Una alta presión arterial diastólica se asocia de forma independiente con el deterioro de la función cognitiva en adultos mayores sanos, según sugiere una nueva investigación publicada en la revista Neurology.
En ella se recogen los datos de 19.836 adultos sin ictus o ataque isquémico transitorio previo. La edad media de los sujetos del estudio era de 64,6 años. El 7,6% de los sujetos mostraba deterioro cognitivo y el 49,6% tomaba una medicación antihipertensiva.
La presión de pulso, tanto sistólica como diastólica, se asociaron con el deterioro cognitivo. Una alta presión arterial diastólica se asoció con un estado cognitivo alterado tras realizar ajustes en función de las características demográficas y ambientales, de los factores de riesgo vascular, de los síntomas depresivos y del uso de medicación antihipertensiva. Concretamente, un iaumento de 10 mmHg en la presión arterial diastólica se asoció con un aumento del 7% en el deterioro cognitivo.
En ella se recogen los datos de 19.836 adultos sin ictus o ataque isquémico transitorio previo. La edad media de los sujetos del estudio era de 64,6 años. El 7,6% de los sujetos mostraba deterioro cognitivo y el 49,6% tomaba una medicación antihipertensiva.
La presión de pulso, tanto sistólica como diastólica, se asociaron con el deterioro cognitivo. Una alta presión arterial diastólica se asoció con un estado cognitivo alterado tras realizar ajustes en función de las características demográficas y ambientales, de los factores de riesgo vascular, de los síntomas depresivos y del uso de medicación antihipertensiva. Concretamente, un iaumento de 10 mmHg en la presión arterial diastólica se asoció con un aumento del 7% en el deterioro cognitivo.
FUENTE: Neurology 2009; 73: 589-595
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