jueves, 19 de febrero de 2009

CALORIAS Y MEMORIA


Investigadores alemanes han descubierto que la memoria y la capacidad cognitiva mejora en los sujetos sanos con sobrepeso que reducen la ingesta calórica en un 30% durante un período de tres meses. Las conclusiones de este estudio se han publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Esta restricción calórica mejora la memoria y la capacidad cognitiva debido a la reducción de la resistencia a la insulina y de la inflamación, que suele estar asociada a la edad y que está relacionada con deterioro cognitivo. Este estudio también ha analizado si un aumento de ácidos grasos insaturados en la dieta, como los ácidos grasos omega-3, produciría beneficios similares. A pesar de que estos ácidos grasos estimulan un mejor rendimiento cognitivo en ratas, no se ha encontrado un efecto similar en los seres humanos.

FUENTE: Proc Natl Acad Sci 2009; doi:10.1073/pnas.0808587106

miércoles, 11 de febrero de 2009

PERSONALIDAD Y DEMENCIA

Un nuevo estudio sugiere la existencia de una relación entre el estilo de vida de una persona y el riesgo de desarrollar demencia. Según el trabajo publicado en la revista Neurology, las personas que son activas desde el punto de vista social y que no se estresan con facilidad tienen menos probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo en fases posteriores de sus vidas.
En este trabajo se analizó a 506 personas mayores que no mostraban demencia al inicio del estudio. Se evaluó su personalidad mediante el test Eysenck Personality Inventory, que determinó la frecuencia con la que cada individuo participaba regularmente en actividades de ocio o en la organización de actividades y en el enriquecimiento de su red social.
Durante 6 años, 144 participantes desarrollaron demencia de acuerdo con el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders III-R criteria. Las personas que no eran socialmente activas, pero eran calmadas y relajadas, presentaban un riesgo un 50% menor de desarrollar demencia que las personas que estaban aisladas y expuestas a estrés.
FUENTE: Neurology 2009; 72: 253-259

OMEGA 3 Y EL ALZHEIMER


Los suplementos de aceite de pescado podrían ayudar a los pacientes con Alzheimer a mantener un peso saludable, según indica un nuevo estudio publicado en Journal of the American Geriatrics Society.
Las personas con Alzheimer comienzan a perder peso en los estadios iniciales de la enfermedad y adelgazan aún más a medida que la condición progresa. Varios factores contribuyen a ello, entre los que destacan la inflamación, la falta de gusto y olfato y la característica errante de la enfermedad, que hace que las personas quemen más calorías.
Las personas con Alzheimer presentan uno bajos niveles de ácidos grasos omega 3, que decaen aún más a medida que la dolencia avanza. en este estudio se administró 0,7 gramos de ácido docosahexaenoico (DHA) y 0,6 gramos de ácido eicosapentaenoico (EPA) durante seis meses a 204 hombres y mujeres con Alzheimer de leve a moderado. Seis meses después, el grupo que había consumido omega 3 había aumentado 0,7 kg de peso, mientras que el grupo control no presentaba cambios. Después de un año, los que habían consumido los omega 3 durante los 12 meses habían aumentado 1,4 kg.

FUENTE: J Am Ger Soc 2009; doi: 10.1111/j.1532-5415.2008.02055.x

domingo, 8 de febrero de 2009

EJERCICIOS BREVES Y SALUD

Para cuidarnos ya no hace falta pasar largas horas en el gimnasio. Lo mejor contra la diabetes y las cardiopatías es el ejercicio breve e intenso durante sólo un par de minutos según una nueva investigación que publica la revista BMC Endocrine Disorders. Según James Timmons, responsable del estudio, una rutina corta e intensa de ejercicio, por ejemplo 4 sprints de 30 segundos en una bicicleta estática repetidos tres veces a la semana, podría reducir dramáticamente el riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades del corazón. El efecto se debe, asegura, a que este tipo de ejercicio tiene un efecto importante en la capacidad del organismo para procesar azúcar. Para determinar el efecto de lo que Timmons llama “intervalos de entrenamiento de alta intensidad” (HIT) en los procesos metabólicos, el científico estudió a 16 hombres sedentarios que llevaron a cabo tres sesiones de ejercicio cada siete días durante dos semanas. Cada sesión consistía en hasta 4 sprints sobre la bicicleta. En cada aceleración los hombres debían ejercitarse lo más rápido posible durante los 30 segundos y tomar unos minutos de descanso absoluto entre cada aceleración. A las dos semanas, el científico afirma que detectó una mejora del 23% en las funciones de la insulina. Aunque el estudio fue llevado a cabo con hombres jóvenes, el profesor Timmons cree que esta rutina podría beneficiar a gente de todas las edades y de ambos sexos. “Mucha gente dice no tener tiempo de seguir las actuales recomendaciones para ejercitarse (al menos 20 minutos diarios)”, señala el científico. Ahora que ha demostrado que realizando ejercicios musculares intensos pero breves se mejora dramáticamente el metabolismo de la persona en sólo dos semanas lo tenemos mucho más fácil para cuidarnos.
FUENTE: BMC Endocrine Disorders 2009, 9:3 doi:10.1186/1472-6823-9-3